A partir de una medida financiera y administrativa, en el año 2018, la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, Seccional Caribe, se vio en la necesidad de ajustar la organización de los cursos ofertados a los estudiantes, teniendo que aglomerar en un mismo espacio y tiempo a estudiantes de diferentes asignaturas bajo la tutoría de un mismo docente, dichos cursos se llamaron “Hibridaciones”.
Esta medida activó un conjunto de ajustes curriculares y metodológicos de la clase, toda vez que al tener estudiantes de distintas asignaturas o programas académicos en un mismo salón de clase se requiere que la dinámica de trabajo cambie y que los programas académicos y el docente realicen ajustes en pro de facilitar a cada grupo de estudiantes el logro de los objetivos académicos y de los contenidos curriculares correspondientes a la formación académica específica.
Esta medida administrativa se convirtió en una oportunidad para la generación de innovaciones académicas, para promover el aprendizaje activo a través del trabajo colaborativo, el trabajo interdisciplinario, así como del aprendizaje basado en problemas.
Hibridaciones, innovación curricular, gestión curricular.
Generar una oferta académica innovadora y de calidad que vaya en concordancia con el bienestar financiero de la universidad, a través de la integración de asignaturas y construcción de escenarios de aprendizaje.
Estudiantes de pregrado, planta profesoral, directores académicos, coordinación de programas, Coordinación Administrativa y Financiera, Registro Académico, profesionales de innovación y asesoría pedagógica de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, Seccional Caribe.
La Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, Seccional Caribe, desarrolla cuatro (4) programas académicos: Arquitectura, Comunicación Social y Periodismo, Diseño Gráfico y Publicidad. A julio de 2019, contaba con menos de seiscientos (600) estudiantes. Para una institución de educación superior, este número de estudiantes es muy bajo, teniendo en cuenta la cantidad de cursos que se ofrecen y el número de estudiantes por asignatura, el cual, en algunos casos, era de seis (6).
Por esto, para el primer semestre de 2018, la universidad se acoge a la estrategia de las “Hibridaciones”. Estas nacen ante la necesidad de reducir el número de cursos con pocos estudiantes que se ofrecen en la Seccional Caribe. Sin embargo, dentro de la orientación del no detrimento de la calidad académica, la reducción de cursos debía darse de manera estratégica y organizada.
De esta manera, a través del trabajo mancomunado de las autoridades académicas de los cuatro programas de la seccional, se identificó que existían núcleos comunes entre las asignaturas de los programas ofertados, por lo cual era posible “unificar”.
El ejercicio académico correspondió a una revisión curricular detallada, en la cual, inicialmente, se identificaron las asignaturas de formación disciplinar que podría trabajar junto a otros programas sin que existiera detrimento de la formación específica. A partir de esta revisión, surgieron las siguientes hibridaciones:
Las de formación humanista: son asignaturas de la formación disciplinar de un programa académico, pero que por su tipo de contenido y competencia pueden ser consideradas como de formación humanística para otros, teniendo en cuenta que la pretensión de los cursos de formación humanista es el desarrollo de las competencias comunicativas (lectura, escritura y oralidad). Para este caso, las asignaturas del programa de Comunicación Social y Periodismo tenían mayor posibilidad de trabajo, toda vez que la formación de este programa tiene muy en cuenta las habilidades de lectura, producción de textos y la manera de interactuar ante diferentes públicos. Además de las asignaturas del componente histórico de los programas de Artes y Diseño.
Entre asignaturas de diferentes programas: corresponde a cursos entre distintos programas académicos que tienen un contenido similar y que pretenden el desarrollo de una misma competencia profesional. En este tipo de hibridaciones, primaron la integración entre los programas de Diseño Gráfico y Publicidad, pues si bien tienen diferentes perfiles ocupacionales, comparten asignaturas en las que la pretensión de trabajo es la misma. De alguna manera, eran asignaturas que, pese a que tenían nombres diferentes, sí tenían un mismo objetivo de aprendizaje.
Posterior a esta revisión inicial, se identificó que dentro de los mismos programas hay asignaturas que trabajan proyectos académicos similares, y que combinar estas asignaturas permitiría crear dinámicas de clase en las que existiera un apalancamiento entre los estudiantes de un mismo programa. A partir de esta reflexión, se generó el tercer tipo de hibridación, el cual contiene asignaturas del mismo programa. Este tercer tipo de hibridación se oferta a asignaturas prácticas y teórico prácticas que se orientan bajo la metodología de talleres, en las cuales los estudiantes del mismo programa pueden “convivir” y retroalimentarse unos a otros.
En este tipo de hibridación es fundamental el trabajo a partir de pedagogías activas y la definición de problemas disciplinares a resolver, toda vez que la magistralidad puede generar dificultades. Vale mencionar que, en un principio, esta medida de “unificar” cursos no fue bien vista por algunos docentes y estudiantes, toda vez que exige un cambio en el paradigma de trabajo, y que las aulas ahora estarían con estudiantes de cualquier programa académico, aunque la asignatura aparentemente fue diseñada para un programa particular. Hoy en día la estrategia “Hibridaciones” le ofrece al estudiante y al profesor la posibilidad de aprovechar el número de estudiantes que toman una asignatura y ofrecerles una experiencia de aprendizaje interdisciplinario, a través de metodologías activas y aprendizajes fundamentados en los problemas de la vida cotidiana que pueden resolverse mediante la aplicación del conocimiento integrado de las disciplinas que allí convergen.
Entre asignaturas de un mismo programa: corresponden a cursos donde se integran asignaturas de un mismo programa que corresponden a semestres (niveles) académicos diferentes.
La práctica brindó la posibilidad de reducir el número de cursos ofertados semestre a semestre, lo cual permitió la reducción de costos para la universidad, ya que se requieren menos espacios físicos y menos docentes a contratar. Sin embargo, implica un esfuerzo de las áreas académicas para acompañar las estrategias mientras se alcanza el proceso de "equilibrio" relacionado con la capacitación y adaptación a esta nueva metodología de clase. Se puede afirmar, entonces, que en el ámbito administrativo y financiero la propuesta era práctica, pero en el curricular exigía un trabajo arduo.
Con esta práctica, se espera que el bienestar financiero de la institución mejore, sin que exista detrimento de la calidad académica y, por el contrario, los nuevos escenarios de trabajo potencien las innovaciones curriculares, y trabajos de aula, promoviendo metodologías activas. Así mismo, se espera que los estudiantes se encuentren satisfechos con lo ofertado por la Universidad, lo que impacta positivamente la calidad académica.
Con esta práctica, se espera que el bienestar financiero de la institución mejore, sin que exista detrimento de la calidad académica y, por el contrario, los nuevos escenarios de trabajo potencien las innovaciones curriculares, y trabajos de aula, promoviendo metodologías activas. Así mismo, se espera que los estudiantes se encuentren satisfechos con lo ofertado por la Universidad, lo que impacta positivamente la calidad académica.
Esta práctica requiere la articulación de las distintas dependencias académicas y administrativas de la universidad: desde los decanos y directores de áreas académicas, cuando definen a través de los objetivos de aprendizaje de cada programa y de cada asignaturas cuáles son las posibles hibridaciones y cuáles docentes, de acuerdo con su experiencia y habilidades, pueden liderar un curso "hibrido"; los profesionales de apoyo a la innovación, quienes ayudan a los nuevos diseños microcurriculares; los docentes, quienes aplican en sus aulas lo planeado y son quienes ejecutan la hibridación; y Registro Académico, que proyecta una nueva forma de oferta académica. Lo anterior, termina generando un efecto financiero en la universidad para garantizar su sostenibilidad.
Hasta el momento la práctica no ha sido divulgada a través de medios.
La práctica fue preseleccionada en el Congreso de Innovación Educativa 2019, Instituto Tecnológico de Monterrey, México, como una práctica a presentar a través de pósteres.
Adicionalmente, la docente Ximena Torres Rodríguez, a partir de esta práctica, desarrolló una innovación pedagógica que ha sido presentada en dos eventos internacionales: Congreso de Innovación Pedagógica, Universidad del Rosario, Colombia; y Congreso de Enseñanza del Diseño, Universidad de Palermo, Argentina.
La práctica "Hibridaciones de cursos: una medida financiera con impacto en la innovación académica" cuenta con un desarrollo metodológico organizado en 3 etapas (Definición de cursos a hibridar, Organizar oferta académica y Trabajo con docentes); así mismo, esta estrategia cuenta con un proceso de evaluación de resultados de la práctica, lo cual permite hacer revisión detallada de cada una de las etapas del proceso. En consecuencia, la práctica es replicable y adaptable en otras instituciones de educación superior, siempre que sea contextualizada.
El éxito de esta práctica en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, Seccional Caribe, se encuentra estrechamente relacionada; y hacer las hibridaciones partió de hacer una revisión minuciosa de la oferta académica, y se procedió a generar una nueva oferta que promoviera el trabajo entre las múltiples disciplinas impartidas en la institución. Para realizar un ejercicio de adaptación o réplica de esta práctica se requiere:
Resultados en el contexto administrativo Hibridaciones entre 2 programas:
En el contexto académico los estudiantes se ven impactados desde distintos frentes:
Desde el inicio del proceso de hibridación, la universidad inició la evaluación de la estrategia, incluyendo, a partir de la cuarta semana de clase, cuestionarios con “evaluaciones tempranas de cursos” en las cuales se capturaron las percepciones de los estudiantes en función de:
Todos los semestres esta práctica tiene ajustes, en función de mejorar la calidad académica. Los principales ajustes son:
Trabajo de acompañamiento al docente: corresponde a formaciones dirigidas a un grupo de docentes de la universidad en las que se brinda ayuda y apoyo al diseño de las clases. Este apoyo va desde la inclusión de herramientas tecnológicas y apoyo en el ambiente virtual de aprendizaje (AVA) hasta en el diseño de estrategias metodológicas. Intervenciones de los directores de áreas académicas para la intervención y trabajo dirigido con profesores para la alineación de objetivos de aprendizaje y diseño de actividades.
Revisión de potenciales cursos hibridables y no hibridables: corresponde a la práctica de revisión curricular en la que se verifica si un curso puede hacer parte de los cursos a hibridar o si, por los resultados de aprendizaje o situaciones de aula, el curso que inicialmente se planea como hibridación debe salir de la oferta de cursos híbridos.
Socialización de prácticas con docentes: se refiere al cierre del semestre, cuando a través de un comité general los docentes exponen sus prácticas pedagógicas y se revisan al detalle los casos de éxito y las acciones de mejora de los cursos con hibridaciones. La estrategia de cursos híbridos en la universidad cambió el paradigma de la organización y planeación de las clases, como también cambió la manera en la que docentes y estudiantes desarrollaban una clase. No es posible hacer una única conclusión o idea global de las hibridaciones, sin embargo, sí es posible comprenderlo de acuerdo con su tipología.
Fundamentación humanística: en algunos casos no son percibidas como hibridaciones, sino como cursos regulares que para algunos estudiantes son parte del curso normal del programa, para otros son cursos electivos.
Diferentes programas: las asignaturas que se hibridaron y pertenecen a diferentes programas se perciben como una estrategia positiva y con alto impacto en el aprendizaje, dado que, gracias al ejercicio de los docentes y directivas de la universidad, se ha logrado identificar el núcleo común de ambas y se han alcanzado a alinear los objetivos de aprendizaje, de manera que el estudiante tampoco la percibe como una hibridación, sino como un cambio de denominación de asignatura, dependiendo el programa.
Mismo programa: considerada como las asignaturas más complejas para su liderazgo, esto es debido a que el docente que asume estos cursos debe tener claridades teóricas y metodológicas acerca de la estrategia a desarrollar en la clase. Con la experiencia se ha identificado que estas asignaturas deben ser desarrolladas a través del aprendizaje basado en proyectos o con la metodología de juego roles.