La formación para la agricultura en Colombia ha presentado un estancamiento con respecto a la inclusión de tecnologías 4.0 en los planes académicos. El programa de Ingeniería Agronómica de la Universidad Eafit ha sido una respuesta innovadora y pertinente que tiene como meta no solo desarrollar un plan de alto impacto académico e investigativo, sino incluyente, en el cual se brinde la oportunidad de acceso a una educación superior de alta calidad para jóvenes provenientes de las ruralidades profundas del país.
La universidad busca formar profesionales íntegros, sensibles social y ambientalmente, capaces de desempeñarse en el ámbito de la ingeniería en agricultura digital y sus incidencias en el campo de los agronegocios, con las bases científicas, técnicas, tecnológicas y humanistas, que les permitan aportar soluciones innovadoras a los problemas de la producción agrícola, haciendo, además, uso competente y eficiente de herramientas tecnológicas de información y de prácticas que contribuyan al manejo sostenible de los recursos naturales.
La práctica que se presenta a continuación, da cuenta del proceso de ideación, construcción y puesta en marcha de este programa, así como de sus primeros resultados. Esta propuesta ha sido innovadora y disruptiva con respecto a planes del mismo tipo en el país.
Ingeniería agronómica, tecnologías 4.0, educación, inclusión.
Formar profesionales íntegros, sensibles social y ambientalmente, capaces de desempeñarse en el ámbito de la ingeniería en agricultura digital y sus incidencias en el campo de los agronegocios, con las bases científicas, técnicas, tecnológicas y humanistas que les permitan aportar soluciones innovadoras a los problemas de la producción agrícola, haciendo, además, uso competente y eficiente de herramientas tecnológicas de información y de prácticas que contribuyan al manejo sostenible de los recursos naturales.
Profesores, estudiantes, campesinos, agronegocios.
Necesidad de un programa disruptivo, a nivel nacional, de ingeniería agronómica. Desde la experiencia de los profesores de diversas áreas de conocimiento de la universidad, se identificó un proceso de decadencia en los estudios de ingeniería agronómica en Colombia. Por un lado, debido a sesgos ideológicos y políticos que ahuyentaron a muchos jóvenes de elegir esta carrera en las universidades donde era ofertada como opción profesional. Para el profesor Copete, esta situación “generó una brecha entre la industria y la agronomía, debido a que las empresas dejaron de contratar profesionales provenientes de las ciencias agrícolas” (E. Copete, comunicación personal, 5 de noviembre de 2019). Por el otro, la agricultura nacional ha tomado un papel importante dentro de las dinámicas económicas y sociales del país. Sin embargo, la falta de oportunidades productivas que hagan de este sector una actividad más competitiva en el mercado nacional e internacional ha sido uno de los principales retos en Colombia (FAO, s. f.).
En este caso, la distante relación entre algunas empresas del sector privado y la academia demuestra la necesidad de un programa en ingeniería agronómica, novedoso y disruptivo, que le brinde herramientas competitivas al sector por medio de la vinculación de tecnologías 4.0.
La nueva agricultura, con un énfasis digital, tiene como reto responder a las demandas alimenticias, no solo del país, sino del mundo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés), “hacia el año 2050 (en el que se estima que el planeta va a tener más de 9.000 millones de habitantes), la producción de alimentos y fibras deberá crecer en un 70 % con respecto a la producción actual de los mismos” (Documento Maestro Ingeniería Agronómica 2018).
El aumento de la demanda de productos agrícolas viene acompañado de problemas que se pueden convertir en barreras para los agricultores, si no se ayudan de la tecnología. A nivel mundial, la tierra fértil es cada vez más escasa, los suelos que quedan tienen problemas de acidez y salinidad y hay pérdida de la variabilidad genética de las plantas. Además, la falta de agua y el cambio climático son unas variables que agravan el panorama y que conducen a la agricultura a una era de incertidumbre.
Por esto, la agricultura digital, a nivel nacional, al introducir alta tecnología en los procesos de formación en ciencias agrícolas, es una manera de superar rezagos productivos que aún existen, pero también de cerrar brechas entre productores, debido a que pueden beneficiarse los pequeños agricultores que, mediante la digitalidad, podrán, además de optimizar la producción, crear redes, capacitarse e intercambiar experiencias y ayudarse mutuamente a enfrentar problemas neurálgicos.
Con el programa en Ingeniería Agronómica se pretende, por medio de la academia, dar soluciones tecnológicas a las demandas agroindustriales del país. Así, con la ayuda de bases científicas, técnicas, tecnológicas y humanistas, que les permitan aportar soluciones innovadoras a los problemas de la producción agrícola, los docentes de la universidad pretenden formar jóvenes competentes y eficientes en el uso de herramientas tecnológicas de información y de prácticas que contribuyan al manejo sostenible de los recursos naturales (DM. Pag 43).
Asimismo, es de resaltar que ningún programa en Colombia estaba enfocado en agricultura digital. Por esto, los campos de aplicación de la carrera en Ingeniería Agronómica abarcan tres ámbitos. Por una parte, se encuentra el ámbito de la gestión del riesgo y el manejo de la incertidumbre. En un segundo lugar, se encuentra la inteligencia operacional que tiene como objetivo utilizar inteligentemente los recursos naturales y aprovechar bien cada espacio de terreno para generar mayor productividad con mínimos impactos ambientales. Finalmente, como la agricultura no termina con la recolección de una cosecha, un campo vital de aplicación se encuentra en la eficiencia de cadenas agroalimentarias para obtener valor agregado a partir de obtención de procesos nuevos en los productos cosechados. Como resultado, estos tres ámbitos permiten preparar profesionales capaces de aplicar de manera directa soluciones innovadoras a las problemáticas agronómicas identificadas.
Durante el proceso de ideación y desarrollo del programa de Ingeniería Agronómica ha existido una constante articulación entre diversas áreas de la institución, como el Consejo Superior, el programa de Filantropía de la universidad, el área de Desarrollo Estudiantil y Eafit Social, área encargada de la articulación entre la universidad, el territorio y las comunidades.
Igualmente, se ha presentado una contribución de numerosos empresarios del agro nacional, como actores externos validadores de las necesidades identificadas en la institución. Así mismo, la formación de un núcleo de profesionales ligados al campo y a la profesión es un imperativo para las instituciones de educación superior del país. Es necesario incluir a las comunidades más distantes de los núcleos de desarrollo, educando a sus jóvenes y a sus líderes.
Con el objetivo de atraer estudiantes para el programa, se abrieron las inscripciones inmediatamente se conoció la aprobación del programa por parte del Ministerio de Educación Nacional.
El Centro de Filantropía de la universidad y el área de Desarrollo Estudiantil, comenzaron a buscar, con empresas y fundaciones, recursos que permitieran becar estudiantes en el programa. “La propuesta preliminar era que juntos transformaremos el campo, becando personas con arraigo rural, que una vez graduadas regresen al campo” (María Clara Ceballos, comunicación personal. Jefe Centro de Filantropía). Como resultado de esta iniciativa, se recibió el apoyo de las fundaciones: Bancolombia, Sofía Pérez de Soto, Aurelio Llano y el grupo BIOS.
Con un apoyo interinstitucional asegurado, el 5 de junio de 2019 se abrió la convocatoria de la beca Fundadores para el programa de Ingeniería Agronómica. Las becas cubrirían el ciento por ciento de los costos de matrícula en el pregrado de Ingeniería Agronómica, además, incluiría un apoyo económico para transporte, alimentación, vivienda y otros gastos universitarios.
La convocatoria de becas se cerró el 20 de junio de 2019. Como fruto de este proceso, se beneficiaron 15 personas, las cuales entrarían a conformar la primera cohorte del programa que iniciaría sus clases el 15 de julio de 2019. Adicionalmente, las experiencias vividas a lo largo del proceso de creación y puesta en marcha del pregrado serán presentadas en el Congreso Internacional de Innovación Educativa, organizado por el Tecnológico de Monterrey, el 18 de noviembre de 2020. En el cual, se discutirá la presente práctica como método de aprendizaje para identificar transformaciones educativas en el agro colombiano.
https://www.eafit.edu.co/programas-academicos/pregrados/ingenieria-agronomica/acerca-del-programa/Paginas/acerca-del-programa.aspx
La práctica no ha recibido ningún reconocimiento hasta la fecha.
El programa de Ingeniería Agronómica tiene un alto componente tecnológico digital que permitirá a los futuros profesionales, especialmente a los que provienen de la ruralidad profunda del país, regresar a su tierra y aplicar sus conocimientos en bien del desarrollo agrícola de sus regiones.
De igual forma, el proceso de creación del programa fue documentado y sistematizado durante todos sus pasos, desde el proceso de ideación hasta su puesta en marcha, para facilitar su evaluación y posible adaptación en otras instituciones. Para esto, se realizó un documento con todas las lecciones aprendidas a lo largo de este proceso.