LEA, talleres para el acompañamiento en lectura, escritura y argumentación

Universidad Central
Bogotá D.C.
Innovación pedagógica
2021

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Área o áreas de la institución que desarrollan la práctica
Pedagógica / Académica

Problema o necesidad que originó la práctica
La propuesta surge como una petición de los pares académicos que en la evaluación del año 2016-2 solicitaban que, dado que la universidad no realizaba ningún tipo de filtro de ingreso por su política de inclusión, se estableciera alguna estrategia para asegurar la permanencia y la calidad de la educación de los estudiantes dentro del programa de Comunicación Social y Periodismo: “Más que ser una condición de entrada lo que se busca es ciclos básicos de nivelación que permitan expandir las habilidades comunicativas de los estudiantes de cara a la ACN (Informe de Autoevaluación 2020, p. 136)”.

Mecanismo usado para identificar el problema
  • Análisis institucional
  • Encuestas

Descripción del mecanismo
La Universidad Central cuenta con el sistema SIGUE que acompaña la historia de vida del estudiante. A partir de este, se discriminan ciertos niveles de riesgo académico (bajo, medio, alto) que toma en cuenta los datos obtenidos en Saber 11, los desempeños del primero, segundo y tercer trayecto del semestre. Así, durante este periodo y mediante el reporte de este sistema y de otros actores como los docentes o la solicitud individual de los estudiantes, se inicia el acompañamiento para mejorar su desempeño académico. La universidad cuenta con otros programas para apoyar a los estudiantes y a los docentes: Programa de Consejerías y Proyecto LEO, Lectura, Escritura Y Oralidad de la Escuela de Estudios Transversales.

Resultados cuantitativos esperados
    • Reducir las tasas de pérdida o repitencia de asignaturas a un 0, 1 % asociado con el rendimiento académico.

    • Mantener el nivel de ingreso de un 99,9 % por mejora en su desempeño. Esto debido a que algunos estudiantes pueden llegar a desertar por bajo rendimiento y desmotivación.

    • Reducir a 0 % los plagios académicos. En su cambio de cultura escolar a la universitaria es un problema que suele presentarse.

    Resultados cualitativos esperados
      • Se espera que los estudiantes sean capaces de jerarquizar la información relevante en un texto; construyan textos siguiendo principios de textualidad; conozcan los elementos funcionales y estructurales.

      • Se espera que los estudiantes se conviertan en lectores contemporáneos, expertos, críticos y emancipados.

      • Se espera que los estudiantes sean sujetos políticos con un nivel de argumentación superior, pues al mejorar su capacidad argumentativa pueden tener una participación social más activa.

      Actividades desarrolladas en la implementación
      Se estudiaron las necesidades de un estudiante en su campo de formación. Para ello se recurrió a entrevistas con los pares académicos de formación para saber qué se esperaba de los estudiantes nuevos (las exigencias del campo de formación).

      Se indagó con los estudiantes nuevos para saber qué esperaban que la universidad les aportara (los pedidos de los pretendientes al campo). Las respuestas de los estudiantes se fueron sistematizando para buscar los aspectos comunes.

      Los pedidos de unos y otros se materializaron en una serie de talleres articulados en cuatro criterios: competencias comunicativas, funciones del lenguaje, inmersión cultural, saber educativo. Así se cruzaron de forma vertical y horizontal cada uno de los aspectos para darle una forma compleja.

      Se aplicaron los talleres, se reescribieron algunos (cuando estos no funcionaban) y se recogieron en un solo texto. Se tuvieron en cuenta las observaciones de los propios estudiantes. En este aspecto, la participación de los estudiantes fue clave para saber si el ejercicio funcionaba o no.

      En articulación con:
        • Otras áreas institucionales: Programa de Consejerías; Agencia Central de Noticias (ACN); Proyecto LEO, Lectura, Escritura y Oralidad; Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI); y Editorial Universidad Central.

        Esta articulación consistió en:
        Se emprendieron acciones conjuntas con el Programa de Consejerías, en el que los estudiantes cuentan con apoyo de sus docentes. Se trabajó con el apoyo del Proyecto en Lectura, Escritura y Oralidad (LEO), a través del cual un grupo de monitores apoya el proceso desde la Escuela de Estudios Transversales.

        Por otro lado, la Agencia Central de Noticias (ACN) brindó el espacio para que los estudiantes empezaran a publicar artículos desde el primer semestre. En sí, se logró que los estudiantes entraran en una cultura de la escritura que les permitiera hacer uso de todas las competencias del lenguaje. El Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI) capacitó a los estudiantes en el uso de los recursos de la biblioteca, tales como: bases de datos y gestores de búsqueda, entre otros.

        Elementos innovadores de la práctica de acuerdo con el contexto
        La práctica permite que el estudiante transite de ser un lector o escritor novato para convertirse en uno experto. Para ello, se le fueron brindando los saberes teórico-prácticos en la relación lector-texto-contexto, en los que pudo avanzar sobre aspectos estratégicos de las diferentes competencias comunicativas. También se tuvo en cuenta otro tipo de lectores: lector contemporáneo, lector de primer nivel y lector modelo; lector literal o inferencial. Además, se apostó por la idea de un lector-escritor estratégico, capaz de realizar acciones antes, durante y después de cada una de esas competencias.

        La práctica empodera al estudiante sobre el saber y el uso lingüístico de su lengua, pues cada taller está diseñado para conocer algún aspecto gramatical. A su vez, los puede poner en práctica con ejercicios diseñados dentro de su campo de formación: la comunicación social y el periodismo. Para ello, el profesor puede ejecutar proyecto de aula y cualificar poco a poco el desempeño de los estudiantes. Como resultado, se obtiene que los estudiantes están ingresando al campo con un grado de responsabilidad muy alto, por ejemplo, mediante el ejercicio de escrituras públicas.

        La práctica ofrece talleres interactivos, intuitivos, con fundamentación teórica y guiados didácticamente para introducir al estudiante en una cultura de alfabetización. Este acercamiento ameno al lenguaje inicia a los estudiantes en un proceso de formación autónoma para el resto de su vida. Consideramos que los talleres les plantean no solo el reto de usar el lenguaje, sino de saber sobre él. La práctica le muestra que el mejor y mayor recurso de la cultura es su lengua, y que cada texto que circula en la sociedad no es otra cosa que un significado que precisa su interpretación y respuesta.

        Mecanismo de evaluación del desarrollo y los resultados obtenidos
          • Observación participante

          Descripción del mecanismo
          A medida que el estudiante inicia su acompañamiento, ya sea en los espacios académicos, de consejería o de monitoría, el estudiante recibe retroalimentación sobre los resultados de aprendizaje esperados y su desempeño. El instrumento publicado posee la interacción para que el par amigo se comunique con el estudiante. Así, él puede observar los procesos de cualificación del saber y uso lingüístico; formalizar los estadios que va alcanzando; introducir nuevos aspectos en su desempeño. La observación se discrimina de acuerdo a las cuatro grandes competencias: jerarquizar la información relevante en un texto de lectura; construir textos siguiendo criterios de textualidad; conocer los elementos funcionales y estructurales de la lengua; y desarrollar procesos de argumentación.

          Resultados cuantitativos de la práctica
          • El nivel de no repitencia de asignaturas se mantiene muy por debajo de la media.

          • Se incrementó la publicación de artículos en el portal de la Agencia Central de Noticias (ACN).

          • Los estudiantes gozan de un buen promedio académico, lo cual los motiva a continuar con su estudio.

          • Los estudiantes participan de semilleros de investigación con buenas ponencias.

          Resultados cualitativos de la práctica
          • Gracias a la práctica, las acciones de apropiación y transformación de un texto mejoran notablemente.

          • Los estudiantes ingresan a la comunicación social discursiva con punto de vista contemporáneo.

          • Los estudiantes han cambiado su representación social sobre las competencias del lenguaje.

          • A los estudiantes se les escucha participar de la vida social con propiedad y criticidad.

          Conclusiones generadas a partir de la evaluación
          Desplazar las representaciones negativas que los estudiantes tienen sobre la lectura y la escritura amerita un trabajo de diseño que los lleve de ser dependientes a convertirse en autónomos.

          Mostrar a los estudiantes el saber lingüístico y sus posibilidades de uso permite formalizar los procesos de enseñanza-aprendizaje de la lengua materna.

          Mediar el uso del lenguaje para que su resultado sea discursivo, dialógico, polifónico y público favorece la importancia que los sujetos participantes le otorgan al lenguaje.

          Negociar las exigencias de los pares académicos del campo con los pedidos de los pretendientes al campo incrementa el interés de los unos y los otros por cooperar en la formación conjunta.

          Principales transformaciones derivadas de la buena práctica
          Representaciones hostiles frente al lenguaje vs. representaciones amigables frente al lenguaje

          Los estudiantes llegan a la cultura universitaria con representaciones negativas, como: “Rara vez leo, tiene que ser una lectura que me atrape, de lo contrario la abandono”; “Yo nunca voy a escribir bien, las tildes siempre me fallan”. Así que una de las transformaciones que se observan es que los enunciados hostiles y las actitudes despreciativas de sus facultades van cediendo terreno por unas más amigables con la lectura; así mismo, se identifica que las lecturas con grados de complejidad o dificultad empiezan a ser aceptadas como parte de los retos cognitivos para su formación. Cuando han comprendido un tema o aspecto, se convierten en pares amigos de sus compañeros de clase para explicarlo.

          Saber o no saber

          Saber lo que se está aprendiendo, pero, sobre todo, saber qué puedo hacer con el lenguaje (competencia); saber para qué me sirve el lenguaje (función); conocer las tipologías discursivas que transitan en el mundo social y suponer para llegar a dominarlas: todo ello pone al estudiante del lado del saber y el uso del lenguaje. Por otro lado, el maestro como mediador en la relación enseñanza-aprendizaje debe conocer aquello que sí o sí debe ser mostrado a los estudiantes. Ese saber educativo no puede quedar gaseoso en un discurso de la preocupación, sin pasar a la ocupación de los diferentes aspectos que el campo exige y que los pretendientes en formación piden. Así el aula se transforma en un laboratorio en el que todos aportan de forma activa.

          Instrumento o mediación

          Instrumentalizar demasiado el uso del lenguaje nos pone muy cerca de lo que Saussure afirmó: “La lengua es el lenguaje menos el habla”. El trabajo no es solo con la lengua, sino con el lenguaje como facultad y con la palabra como posibilidad. Esto es posible mediante ejercicios que obliguen al estudiante a realizar muchas operaciones cognitivas; lecturas que les permitan desplazar sus horizontes de comprensión del mundo; escrituras que como textos nuevos se enlacen con los textos anteriores para brindarnos una interpretación; el uso público de la palabra, ya sea escrita, oral o mediante la inclusión de nuevas formas de comunicar, como pódcast, audiovisuales. Todo ello permite la emergencia de sujetos discursivos, dueños de sus enunciados, amantes de sus palabras.

          Cada uno de los estudiantes pretendientes al campo es un universo con una historia particular y otra compartida

          Su formación en los procesos de alfabetización no es la excepción, lo que uno no aprende, los otros sí. Sin embargo, convertir el aula de clase en una comunidad de saber implica mucho más que ocuparse de un objeto de estudio, ya sea disciplinar o interdisciplinar, implica el ejercicio de lecturas y escrituras cooperativas. Hemos transformado el aula de clase en un lugar para el equívoco, para la cooperación, para la investigación, no para la subyugación de la competencia excluyente que marca ganadores y perdedores. Así, una de las transformaciones más importantes es que el aula es el lugar de encuentro, y cuando se superan los miedos, le agregamos felicidad a la vida.

          Documentación del proceso de planeación, implementación y evaluación de resultados
          Medios de divulgación de la práctica