Ruta de emprendimiento tadeísta: una mirada desde la innovación y la generación de valor

Breve descripción de la práctica

A través del pensamiento estructurado y la metodología del proceso de pensamiento efectivo, se encuentra un camino que propone la fabricación continua de ideas con potencial innovador. Buscamos la generación de emprendimientos que partan de la creación de valor y generen propuestas que estén enmarcadas por ser de oportunidad y no por necesidad.

Dos de los principales componentes de la propuesta son: el trabajo interdisciplinar y el trabajo en equipo. Hemos logrado que todos los programas de pregrado de la universidad, una vez cursado el 50 % de la malla curricular, tomen la primera asignatura (Innovación y Emprendimiento – Ideación), allí se conforman grupos de 5 estudiantes de diferentes programas y aprenden la metodología que consta de 10 módulos (Propósito, Contextualización, Observación, Análisis, Deducción, Definición, Creación de Valor, Comprobación, Evaluación, Comunicación).

La segunda cátedra es electiva (Innovación y Emprendimiento – Creación de Empresa), lleva la idea hacia la consolidación de una empresa, dando los elementos básicos estructurales de sostenibilidad (Social, Ambiental y Financiero). La tercera cátedra electiva (Innovación y Emprendimiento – Formulación Estratégica) crea el modelo de negocio y plan de negocio, y la cuarta cátedra hace parte del proyecto de grado en emprendimiento, en la cual se lleva a la puesta en marcha y el proceso se apoya con el Consultorio de Emprendimiento que brinda asesoría y consultoría a los egresados.

Palabras clave que definan la práctica

Interdisciplinariedad, trabajo en equipo, creación de valor, ideación empresas sostenibles, apoyo empresarial.

Objetivo general

Fomentar en los estudiantes un pensamiento creativo, innovador y estratégico que contribuya al desarrollo, crecimiento y fortalecimiento del espíritu empresarial, a partir del descubrimiento de nuevas miradas de la realidad, que posibiliten llevar a cabo las ideas diferenciales y el desarrollo de empresas competitivas.

Personas, áreas o procesos beneficiados con la práctica

Comunidad universitaria: estudiantes, profesores, directores de áreas académica, personal administrativo de la universidad, y empresas tadeístas.

Problema o necesidad que originó la práctica

La Universidad presentaba una ruta de emprendimiento tradicional, a pesar de tener prácticas innovadoras estas no estaban integradas al emprendimiento y la generación de valor de los mismos, por tal motivo la universidad realiza una reestructuración de la ruta de emprendimiento de los estudiantes de pregrado, partiendo del reconocimiento de valor de la idea de emprendimiento y dando cuerpo a una estrategia diferente.

Proceso de identificación del problema o la necesidad de la práctica

Lo primero que siempre sucede antes de plantear una alternativa de cambio es la crisis, que en este caso estaba representada por las dudas surgidas en las experiencias de aula de profesores de la carrera de Diseño Industrial de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. El ahora en boga design thinking se presentaba para muchos como la herramienta metodológica ideal para hacer frente a la incertidumbre en la que debían ser resueltos los proyectos. Cuestionaba el cuerpo docente el alcance de este y otros métodos que se aplicaban para un sinfín de casos.

Decenas de diálogos y discusiones se gestaron previo a la conformación de un grupo inicial de 5 docentes que tenían a su cargo asignaturas de los últimos semestres del programa de Diseño Industrial, que unidos por las inquietudes e intereses comunes nos comprometimos comenzando, con encuentros informales, en la construcción de una visión alrededor de la innovación y el emprendimiento.

Nuestra primera movida fue hacernos a un mentor, un conocedor del tema dada su larga experiencia asesorando y acompañando procesos en diferentes empresas y sectores. Fue así como bajo la guía del profesor Diego Jaramillo unimos nuestras opiniones y encausamos nuestras cavilaciones a la búsqueda y formulación inicial de núcleos temáticos que dieran orden a la construcción de un modelo que veíamos necesario para atender los problemas y desafíos del contexto, desde una mirada que incluyera la identidad tadeísta.

Retando a la lógica de las estructuras clásicas que sobre estos temas existían, contemplamos paso a paso las ventajas de lo que proponíamos, aprendiendo y evaluando casos ajenos y propios de proyectos en los que se ejemplificaba el valor de la alternativa, la importancia de la posibilidad y el cuestionamiento constante como base del pensamiento que conduce a la generación de ideas de cambio. Producto de este ejercicio de construcción colectiva surgió la Ruta de Emprendimiento, que comprende las cátedras de Emprendimiento e Innovación-Ideación, Emprendimiento e Innovación-Creación de Empresa y Emprendimiento e Innovación-Formulación Estratégica.

Un modelo que busca, al fortalecer las capacidades de pensamiento de los estudiantes, conducirlos a un proceso de generación de ideas con potencial innovador, ideas susceptibles de ser convertidas más adelante en un modelo de empresa basado en innovación, empezando por una mirada intimista sobre el sentido de vida propio y el reconocimiento de las capacidades de cada uno de los integrantes de un equipo como individuo, su singularidad y la relevancia de sus capacidades en una sociedad necesitada de respuestas soportadas en nuevas competencias y perspectivas.

El siguiente paso consiste en la conformación de una consciencia colectiva surgida del encuentro de perspectivas provenientes de varias disciplinas. Los estudiantes que se vinculan al proceso provienen de los diversos programas que ofrece la Universidad Jorge Tadeo Lozano, y el ejercicio les propone llegar a consensos, negociar en lo que disienten e identificar coincidencias en temas que a su sentir y parecer son críticos y urgen de ser abordados desde la definición de un horizonte común, un propósito colectivo. Es cuando pensar diferente se hace requerido en este parte del modelo; pero no solo desde la divergencia, que se puede alentar desde el mismo proceso creativo, sino aplicando el cuestionamiento constante, el análisis incesante y evitando la ilusión de las respuestas rápidas, instintivas y reactivas, sin dejarse llevar por el reflejo de improvisación que se solventa en los sesgos y simplifica los retos a la mente, llevando a subestimar la casi ilimitada capacidad de nuestros cerebros para dar diversas miradas a un mismo asunto. Conocer antes de concluir, indagar a fondo antes de simplificar, antes de solucionar problemas cuyas causas no se han estudiado, no se han actualizado, conocer el presente, el futuro y el cómo las circunstancias configuran la realidad, se convierten en las premisas fundamentales en la primera mitad del proceso.

Se crea un trabajo de gestión de información que incluye una revisión del comportamiento sistémico, las relaciones y tensiones que se producen entre la información, lo que se sabe, lo que existe, lo que viene, lo que se hace, se siente y se cree.

El próximo paso del modelo alienta la curiosidad, la necesidad de develar la vulnerabilidad de las certezas e imaginarios y la verdad sobre lo impredecible que es el comportamiento humano, que en la mayoría de las ocasiones somete el conocimiento y la tecnología a las emociones. Por esta razón, se hace vital observar al detalle los sucesos, las situaciones, auscultar los hechos, con el fin de llegar a las preguntas clave cuyas respuestas constituyen el lugar de las ideas con valor. Solo así se da comienzo al proceso de ideación, basado en la novedad, el aporte al conocimiento, la capacidad de cambio y la perdurabilidad de la idea al ser ejecutada, bien sea como concepto o proyecto que pueda definir las características de un emprendimiento que haga de la innovación su cimiento estratégico.

Cada paso demanda la aplicación de herramientas diseñadas y adaptadas a las características del proceso. El acompañamiento es clave para el descubrir de parte de los estudiantes, de sus propias capacidades cognitivas y del poder de su pensamiento para sobrepasar las barreras de los paradigmas. Para lograr esto, se ha compartido la visión, pasos y herramientas del modelo con un grupo de alrededor de 35 profesores de distintas áreas y programas, como también con otros miembros de la comunidad académica tadeísta, que no solo han sido informados al respecto, sino que desde su propio saber y experiencia han nutrido la discusión y el diálogo, convirtiendo el modelo de innovación y emprendimiento en un asunto de interés institucional.

Hemos compartido ya las bondades de esta propuesta con estudiantes que están desarrollando su trabajo de grado enfocado en emprendimiento, con egresados que buscan fortalecer sus competencias y/o sus proyectos de empresa, con empresarios de diversos sectores que habiendo probado fórmulas y herramientas clásicas necesitan actualizar y potenciar la conexión con sus mercados. La cátedra de Emprendimiento e Innovación - Ideación, al ser trasversal a la mayoría de los programas, se ha posicionado como la más grande la universidad al contar por semestre con más de 500 estudiantes inscritos, apropiándose del modelo al desarrollar las actividades que lo constituyen.

Relación del problema identificado y la práctica como alternativa de solución a este

Esta propuesta pretende partir del proceso de identificación de necesidades hasta la generación de una propuesta de emprendimiento innovadora, lo cual da un valor agregado a la ruta de innovación. En este sentido, a pesar de que el emprendimiento es un ejercicio con muchos años, la propuesta metodológica de la universidad es especial, dado que forma al estudiante en el reconocimiento del usuario y el contexto para finalizar con una propuesta económica. En consecuencia, esta práctica genera un impacto en el estudiante que le permite "cambiar" sus concepciones acerca de cómo emprender.

Resultados esperados en el desarrollo de la práctica

Se espera impactar a todos los estudiantes de la universidad que tomen esta ruta. También se espera que de esta ruta aparezcan empresas que puedan gestarse desde el pregrado, de manera que el estudiante no esté en búsqueda de una empresa que lo contrate, sino ser el gestor de su empresa; además, que conozca la mejor manera de construir una propuesta de valor para así aplicar a distintas entidades que puedan financiar su idea de valor.