La práctica se puede realizar con profesores y estudiantes. Como líder de la práctica, la he realizado con estudiantes de pregrado de Licenciatura en Lengua Castellana y de Maestría en Educación, que a su vez son profesores del municipio y del departamento, de la educación básica y media de Ibagué. El objetivo es que los estudiantes y profesores de la universidad transformen tanto sus creencias como sus prácticas de escritura.
La práctica incluye la aplicación de tres instrumentos aplicados el primer día de clase. En ellos, se recogen datos sobre las creencias de los estudiantes acerca de la escritura académica. En lo solicitado, deben dibujar y escribir. Una vez terminado el ejercicio, cada estudiante muestra y explica al curso las razones de lo dibujado, también explica su concepto de escritura y, finalmente, menciona tres palabras con las que caracteriza a los escritores.
Mientras cada estudiante socializa su ejercicio, los demás deben tomar nota sobre los elementos sistemáticos de los dibujos y las palabras que más se repiten para caracterizar al escritor; así mismo, qué conceptos de escritura son reiterativos. Seguidamente, en plenaria, cada estudiante menciona y hace un análisis preliminar sobre la sistematicidad de los tres puntos. Todo el ejercicio orientado por la docente, quien finalmente recoge y realiza un análisis más profundo de los hallazgos encontrados. Esta primera parte logra poner en crisis algunas creencias y prejuicios que los estudiantes tienen sobre la escritura y que afectan sus prácticas.
Posteriormente, la docente les solicita a los estudiantes leer algunos artículos productos de investigaciones, en los cuales aparecen resultados similares a los que se evidenciaron en el ejercicio en clase. Esto con el fin de que los datos tengan un fundamento teórico y comprendan que lo sucedido en clase sucede también en otros ámbitos de la región. Los artículos son entregados con dos preguntas orientadoras para la discusión grupal. Se realiza la discusión general en el curso y se sacan conclusiones.
Esta primera etapa permite encarar y desmitificar muchas creencias sobre la escritura que obstaculizan las prácticas de escritura académica de los estudiantes. Hasta aquí es una práctica que puede ser desarrollada al inicio del semestre, en todas las carreras universitarias, teniendo en cuenta que la escritura es transversal a los currículos y es practicada en todas las disciplinas.
En las licenciaturas de Lengua Castellana y Literatura, la práctica tiene una segunda parte. Como el objeto que se estudia es la lectura y la escritura, la docente, una vez terminada la primera parte, continúa el curso que esté orientando, recordando y haciendo énfasis en los hallazgos del ejercicio inicial.
Al finalizar el semestre, la docente nuevamente realiza el ejercicio inicial con el fin de comparar los dibujos, las palabras que caracterizan al escritor y su concepto final de escritura. Este último ejercicio, permite ver la transición o desplazamiento de las creencias y prácticas iniciales que tenían los estudiantes.
Teniendo en cuenta los dos dibujos, los demás datos y todo lo realizado en el semestre, los estudiantes deben escribir en una cuartilla la forma cómo concebían la escritura antes y después; todo esto fundamentado con las fuentes teórica ofrecidas en el marco del ejercicio y en el marco del desarrollo de la asignatura como tal.
Escritura, creencias, reflexiones, transformaciones, buenas prácticas
Identificar, analizar y comprender las prácticas y representaciones sociales que tienen los estudiantes y profesores sobre la escritura académica, con el fin de reflexionar sobre ellas y posibilitar cambios en sus propias prácticas de escritura.
Se benefician con la puesta en marcha de estas prácticas:
La práctica tiene su origen en un trabajo de investigación doctoral de prácticas y representaciones sociales de la escritura académica en la universidad, la cual tuvo el máximo reconocimiento en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas: Tesis Laureada.
La escritura es una competencia fundamental y atraviesa toda la propuesta de formación curricular de la institución. Las pruebas Saber y las pruebas Saber Pro han indicado que los estudiantes tienen serías falencias en esta práctica académica.
En muchos casos, constituye fracaso y deserción escolar. La investigación develó que la universidad no forma a los estudiantes en escritura académica, pues considera que esta es una tarea únicamente de la educación básica y media. Frente a lo anterior, la universidad debe formar a sus estudiantes en escritura académica, ya que los niveles de dificultad son más complejos, y en este contexto emergen otros géneros que no fueron objeto de estudio en el bachillerato.
Uno de los hallazgos importantes de la investigación es que las representaciones sociales que tienen los estudiantes sobre la escritura académica afectan sus prácticas de escritura. Entonces, la solución inicial es valorar y tener en cuenta el pensamiento de los sujetos, en este caso el de docentes y estudiantes de la universidad, decir qué piensan sobre la escritura académica, cómo la ven, que prácticas y actividades realizan cuando les solicitan tareas de escritura, cómo la viven, cómo la valoran; todo este corpus de conocimientos es fundamental para reorientar los procesos pedagógicos en aras de transformar las prácticas de escritura de los estudiantes y maestros.
Dado que el principal problema tiene que ver con las creencias, valores y prácticas que los estudiantes han construido de manera colectiva a través de la educación, los medios de comunicación y el tráfico de comunicación cotidiana, se proponen unas prácticas que permitan poner en crisis dichas representaciones sociales, y al desmitificarlas y desnaturalizarlas se puedan lograr transformaciones en las prácticas académicas de los estudiantes.
La universidad es fundamentalmente escritura y todas las disciplinas están inscritas en matrices que indican qué, cómo y para qué escribir. Por lo tanto, todos los profesores, independientemente de la disciplina que orienten, deben enseñar a escribir a sus estudiantes. Por esta razón, la práctica está orientada a profesores y estudiantes.
Con el desarrollo de la práctica se espera que los estudiantes y profesores reflexionen sobre las creencias que han tenido sobre la escritura y la forma como estas han orientado sus prácticas. Deben entender, por ejemplo, que la escritura no es un don divino, sino una actividad que requiere tiempo y trabajo. Igualmente, se espera que aprendan a gestionar sus actividades de escritura con la orientación de los profesores.
Con el desarrollo de la práctica se espera que los estudiantes y profesores reflexionen sobre las creencias que han tenido sobre la escritura y la forma como estas han orientado sus prácticas. Deben entender, por ejemplo, que la escritura no es un don divino, sino una actividad que requiere tiempo y trabajo. Igualmente, se espera que aprendan a gestionar sus actividades de escritura con la orientación de los profesores.
El área de lenguaje del Departamento de Español e Inglés, Facultad de Educación. Los profesores que cursan la Maestría en Educación, quienes son maestros del municipio y del departamento del Tolima.
La práctica ha tenido reconocimiento por parte de la comunidad académica y de la Facultad.
La práctica aparece documentada y sistematizada en el libro: Representaciones sociales gráficas la escritura académica en dos licenciaturas de la Universidad del Tolima. Este libro se publicará a principios de diciembre en la Universidad del Tolima. Es un producto de investigación que concursó mediante convocatoria y salió ganador.
La práctica se ha implementado en la Maestría en Educación y en las licenciaturas de Literatura y Lengua Castellana presencial y a distancia desde hace 5 años.
Los resultados han sido los siguientes:
La comunidad académica se ha beneficiado, dado que además de los resultados obtenidos en la práctica, los cuales ya se mencionaron, se ha ido posicionando un discurso crítico importante en la universidad acerca de la escritura académica en las disciplinas. Esto ha viabilizado la necesidad de realizar más investigaciones sobre el tema; así mismo, el establecimiento de políticas claras de escritura y lectura en la universidad. Profesores, estudiantes y egresados han sido beneficiados.
La práctica se ha evaluado teniendo en cuenta lo siguiente:
La misma dinámica de la práctica hace que sea revisada y evaluada cada vez que se actualiza, es decir, cada vez que se pone en marcha. Para ello, se revisan los instrumentos de recolección de datos y la forma de proceder con ellos. A veces se hacen pequeños cambios en las preguntas, dado que en algunos causó ambigüedad.
Se han cambiado algunos instrumentos. Por ejemplo, inicialmente, se aplicaba un cuestionario para capturar las representaciones sociales de la escritura. Después de tres semestres, decidí incluir la técnica gráfica y la asociación de palabras, instrumentos que han sido decisivos en la captura de creencias, valores y estereotipos de la escritura académica.
La técnica gráfica ha sido eficaz en tanto permite acceder a modos de expresión de la subjetividad, los cuales están cargados de valores, emociones, actitudes y significados que no siempre aparecen explícitamente. Esta técnica permitió ver aspectos nunca antes capturados en los otros instrumentos.